La escasa oferta de viviendas en alquiler obliga a numerosas familias a emplearse a fondo para poder encontrar un domicilio digno en el que poder vivir. Los precios están disparados en toda España, siendo Málaga una de las plazas calientes de este mercado, con situaciones similares en las grandes ciudades del país. Lo cierto es que la demanda de pisos para arrendar en la capital de la Costa del Sol se ha disparado un 437% tras la pandemia, lo que da una idea de cómo anda el sector y la competencia que se establece no sólo entre las casas inmobiliarias, sino también entre los propios interesados.

En concreto, un total de 24 familias compiten por cada oferta de alquiler en la ciudad en el cuarto trimestre de 2024 frente a las cuatro que lo hacían en el mismo periodo de 2019. Málaga es así la cuarta urbe del país en la que la competencia por alquiler una casa ha crecido más, sólo superada por Bilbao (523%), Palma (495%) y Barcelona (478%). Tras Málaga se sitúa Sevilla, con un incremento del 411%, según un estudio de Idealista. Este dato se refiere a los grandes mercados inmobiliarios del país.

El portavoz del portal inmobiliario, Francisco Iñareta, precisa que “el aumento de la competencia es el problema más grave que se encuentran las familias que necesitan una vivienda, por encima en muchas ocasiones de los elevados precios. Los denominados ‘castings’ miden principalmente factores como el nivel de ingresos, la fiabilidad de los mismos en el tiempo y la posibilidad de recuperar la vivienda en caso de impago. Al haber menos viviendas en el mercado y aumentar la competencia con fuerza, los perfiles elegidos son cada vez más elitistas”.

Pero hay más, según este experto: “En paralelo, cada vez son más las familias expulsadas del mercado: comenzaron siendo los perfiles más vulnerables, tras ellos vinieron quienes estaban en riesgo de convertirse en vulnerables, después quienes tenían que destinar más de un 30% al pago y mientras tanto el agua sigue subiendo para muchas familias”.

En este sentido, subraya, “resulta imprescindible que las políticas se reorienten a generar incentivos para lograr el aumento rápido e inmediato de la oferta de viviendas disponible, dejando atrás todas las medidas fallidas que perseguían al propietario. Si ese giro de 180 grados no se produce de forma inmediata, la situación crítica que vive el alquiler en nuestro país seguirá empeorando a pasos agigantados”.

En cuanto a los datos relativos al país, la reducción de la oferta disponible en el segmento del alquiler ha provocado que el número de familias que compiten por cada vivienda se haya casi cuadruplicado desde antes del inicio de la pandemia de 2020, al pasar de siete contactos interesados en el cuarto trimestre de 2019 a los 30 que se registraron en el cuarto trimestre de 2024 (un 319% más).